MANIFIESTO
El
deporte de base en Sevilla vive momentos de incertidumbre. Somos otro sector de
la ciudadanía que se suma a la crisis
integral que sufre el sistema político-económico. El futuro de las entidades
gestoras de la vida deportiva-social de cada barrio y la continuidad de decenas
de centros deportivos públicos estamos al filo del abismo.
El
Gobierno de nuestro Ayuntamiento y el Instituto Municipal de Deportes están
ejecutando un cambio de gestión y rentabilidad económica en el deporte sevillano.
La subida de tasas para practicar deporte y la aprobación de otras nuevas como
el pago por almacenar balones en un habitáculo municipal nos van a encarecer la
precaria vida del deporte base. A esto le sumamos la concesión administrativa
de centros deportivos públicos gestionados actualmente por clubes o
asociaciones de barrio a empresas privadas con ánimo de lucro.
Pues
ya tenemos un cóctel que va a encarecer o nos va a quitar de jugar un rato con el
balón, remar en piraguas por el río, hacer unas carreras de béisbol, aprender a
patinar en una pista o simplemente ver a la juventud como ocupa su tiempo en
vida sana. La cohesión social generada por las entidades de los barrios en
instalaciones públicas no podemos dejarlas morir por la búsqueda de la rentabilidad
económica, ¿Quién valora la estructura que hemos logrado y el coste de las
horas que dedicamos más de 50.000 sevillanos/as al deporte de base?
Nosotros
no somos políticos, ni gerentes, ni abogados, ni economistas, somos ciudadanos
y entidades sin ánimo de lucro que queremos continuar con la vida que hemos
hecho en los últimos 25 años. Queremos sentirnos partícipe de cualquier
decisión que nos afecte. No queremos que nadie hable por nosotros, ni que
decidan nuestro futuro sin conocer la verdadera historia y viabilidad
económica-social que hay detrás del deporte sevillano. Estamos cansados de
adaptarnos a las decisiones que vienen desde arriba sin preguntar a los de
abajo, ahora cuestionamos sus decisiones porque ninguna tiene garantías de
éxito.
Nos
negamos a que el deporte de base se convierta en una caja recaudatoria, nuestro
ámbito tiene una estructura justa para mantener la vida sociodeportiva, ningún
estudio garantiza que la administración pública pueda hacerse cargo si
desaparecemos y ninguna empresa privada continuará con una actividad que no
genera dinero. La aportación de un canon a las arcas municipales no podrán
soportarlo deportistas sin recursos económicos, ni clubes con tantos gastos
promocionales, ni federaciones para mantener la competición.
¡¡¡DEPORTE SI, NEGOCIO NO!!!
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